LA PROACTIVIDAD

La proactividad es una actitud en la que el sujeto u organización asume el pleno control de su conducta de modo activo, lo que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para generar mejoras, haciendo prevalecer la libertad de elección sobre las circunstancias del contexto.
La proactividad no significa sólo tomar la iniciativa, sino asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan; decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.

El término proactividad lo acuñó el neurólogo y psiquiatra austriaco Victor Frankl, que sobrevivió a los campos de concentración nazis, en su libro El hombre en busca de sentido (1946). Años después el término se popularizaría en muchos libros de autoayuda, desarrollo personal y empresarial gracias al best-seller Los siete hábitos de las personas altamente efectivas del autor Stephen R. Covey.

Sin embargo, tanto la palabra proactividad como la palabra proactivo, no están aceptadas por la Real Academia Española, según la vigésima segunda edición del diccionario de la lengua española.



CUALIDADES DE UNA PERSONA PROACTIVA

  • Tienen responsabilidad ante su vida
  • Antepone los valores y principios a sus sentimientos
  • Son tan felices como ellos desean
  • Tienen control de sí mismos.
  • Asumen la responsabilidad para cumplir metas y objetivos
  • Busca respuestas a problemas de difícil solución en vez de espera a que suceda algo.
  • No se limita a efectuar las actividades que se le solicitan
  • Adapta su manera de hacer a las condiciones del entorno
  • Tiene capacidad para subordinar los impulsos a los valores 
Desarrollar una conducta proactiva ayuda a afrontar problemas, prever consecuencias y orientarse a la innovación, de manera que cada persona pueda mejorar su competencia personal y profesional.

La capacidad proactiva implica competencias como búsqueda de información, trabajo en equipo, iniciativa y aprendizaje continuo.

Muchas veces se nos ha descrito como una sociedad pesimista, que en el trabajo impera la ley del mínimo esfuerzo y que preferimos delegar las decisiones importantes que implican riesgo, para no hacernos responsables de un posible fracaso. La frase "háblelo con mi jefe", frente a una pregunta que no está dentro de la pauta, es bastante habitual. Por lo que no resultaría tan fácil dar un giro y cambiar hacia una actitud más proactiva. 


Sin duda que esta cualidad trae múltiples beneficios a quien la tiene, haciéndole llevar una vida más satisfactoria, con más emoción y menos angustia. Por esta razón resultaría lógico pensar que todas las organizaciones desean contar con profesionales proactivos en su equipo. Pero las cosas no son tan simples. La proactividad exige un poco de osadía, ir más allá de lo convencional, por lo que debe venir en primer lugar desde los superiores. Son ellos quienes deben incentivar a su equipo (ojalá con el ejemplo) a adoptar esta actitud, venciendo las aprehensiones que pudiera provocarles el dar más autonomía y responsabilidad a los empleados, para permitirles tomar algunos riesgos al desplegar su iniciativa en la solución de problemas.


EXISTEN ALGUNAS CONDICIONES QUE SE PUEDEN GENERAR PARA PROMOVER LA PROACTIVIDAD DENTRO DEL EQUIPO DE TRABAJO

  • Involucrar a los profesionales en las metas de la empresa 
  • Incentivarlos a imponerse desafíos 
  • Ser receptivos a las diferencias, viéndolas como una oportunidad para encontrar múltiples soluciones y puntos de vista  
  • Abrir espacios a la creatividad y a la comunicación acertiva  
  • Incentivar la toma de decisiones, alejando el miedo a cometer errores 
  • Enfrentando los problemas con optimismo, sin fatalismos

Este cambio de actitud de los profesionales frente a la vida y a los problemas, entrega una ventaja estratégica a la empresa al momento de enfrentarse al competitivo mercado laboral, haciéndola más flexible frente a las crisis, más dinámica frente a las exigencias de cambios, más innovadora para responder a las nuevas necesidades del mercado y más grata en su clima laboral.

Posiblemente no todas las personas son tan proactivas como piensan o dicen serlo; deben demostrarlo en hechos concretos en que actuaron de acuerdo a las condiciones de la proactividad y con buenos resultados. Por otra parte, el mercado laboral puede destacar como un requisito la proactividad, pero no siempre es una condición realmente deseada, ya que se necesita que la cultura de la empresa permita el desarrollo de las conductas concretas que la definen, e incentive a quien tiene la disposición a la proactividad, ejercerla en su desempeño habitual. 



UN LIDER PROACTIVO



EMPATÍA: Para ser un líder proactivo hay que saber escuchar, y optimizar las aptitudes de cada uno. Se trata de hacerse entender, no de hacerse temer.

MOTIVACIÓN: La motivación también es esencial para incentivar a los miembros de la empresa, y conseguir así que se cumplan los objetivos.

COMPARTIR: Un líder proactivo no debe aportar todas las soluciones, es mucho mejor comentarlas con las personas que las hayan encontrado, antes de poder tomar la decisión.

COMUNICACIÓN: Se debe estar al corriente de los percances que puedan tener los colaboradores en su vida personal, y demostrarles que está a su lado.

EDUCACIÓN: Hay que saber decir "por favor" y "gracias", y no olvidarse de un “piropo” cuando alguien lo merece.

UNA ORGANIZACIÓN UNIDA: Es importante prestar la máxima atención y consideración a cada colaborador, sea cual sea su grado y cargo en la empresa.

FIRMEZA: Un buen líder es exigente, pero no alza la voz.
 

DAR EL EJEMPLO: Hay que invertir en formación impartida en las horas de trabajo, y obligarse antes de obligarles.

VISIÓN DE FUTURO: Un buen directivo es aquel que no solamente dirige su equipo y trabaja muy bien el día a día, sino aquel que siempre tiene puesta la visión a medio y largo plazo, para saber enfocar las acciones futuras de manera que vayan siempre encaminadas a aquel objetivo previsto a largo plazo. De esta forma será una persona muy útil para la empresa, evitando despistes de gestión y consiguiedo ahorros importantes, pero al mismo tiempo intangibles.

LA IMPORTANCIA DEL EQUIPO: El buen directivo proactivo es capaz de mover a otros compañeros directivos para trabajar a nivel de equipo, y así evitar el exceso de concentración de gestión en la figura del director general; esta buena gestión de equipo, enfocada hacia el objetivo común, hace que no sólo su departamento sea proactivo, sino que pueda llegar a serlo toda la organización.


Quizás inviertas mucho tiempo en un estado de baja consciencia y nunca llegues al nivel de conocimiento necesario para tomar decisiones proactivas en tu vida. Quizás tu consciencia se ha cegado debido al acondicionamiento social, y por tanto no estás seguro que es lo que realmente deseas de la vida; cuando sientes que algo anda mal, lo primero que haces es ver cómo los demás lo verían en este caso. Quizás no te tomes el tiempo de visualizar la posibilidad de evaluar alternativas. O quizás tu voluntad se encuentre restringida por la presión de adaptarse a las expectativas de los demás.

Sin duda alguna, todo el tiempo estamos reaccionando ante las eventualidades de la vida, ya sean estas internas o externas. La diferencia entre la proactividad, y la reactividad puede ser vista en términos del grado de “procesamiento mental” que ocurre entre las etapas de Estimulación y Reacción.

Las personas reactivas, tienden a alejarse de sus valores o principios. En vez de vivir sus vidas con base en sus propias reglas morales, copian de las vidas de los demás, las reglas que estos aplican, y finalmente si las oportunidades no llegan a cruzarse en su camino, continuarán viviendo la misma vida año tras año, pues esto puede llegar a ser semi-satisfactorio.

Si muchos de los amigos de una persona reactiva empieza a hacer ejercicio, dicha persona lo hará también, de lo contrario, no iniciará con este hábito por si sola. Ellos siguen al corriente de la gente y las circunstancias que le rodean, pero no crean dichas circunstancias.

Sus vidas están demasiado fuera de su control consciente, tienden a tomar pleno dominio de sus dones humanos cuando llega a ser estrictamente necesario e incluso en situaciones de fuerza mayor, pero cuando las cosas van ” bien” sus vidas van prácticamente en Piloto Automático.

La gente proactiva, por otro lado, conoce a la perfección sus valores y principios. Toman decisiones conscientemente con base en dichos valores. Crean oportunidades y las dirigen junto con su propia corriente. Incluso cuando las cosas pintan bien, siguen tomando decisiones conscientes. En ocasiones esto significa mantener la situación consistentemente como está en la actualidad, y en ocasiones significa tomar nuevos rumbos.

A veces los valores de las personas proactivas, se alinean con lo que es socialmente popular, a veces no. La gente proactiva tomará acciones que se verán extrañas ante los ojos de personas reactivas. Quizás las personas proactivas en algún momento renuncien a su trabajo para iniciar su propio negocio, incluso cuando todo parecía ir tan bien con dicho trabajo.

Empezarán nuevos proyectos o actividades fuera de lo común, cuando pareciera que no hubiese motivo alguno por los cuales deberían hacerlo.

Una persona proactiva seguirá prestando atención a los eventos externos, pero serán los pilotos de sus vidas, conduciéndolas por el camino que les llevará al destino deseado, independiente de las condiciones externas.

Si una persona reactiva fuera capitana de un barco, el barco flotaría a la deriva, hasta llegar a tierra firme, o estrellarse. Dicha persona estaría muy pendiente de estudiar las corrientes de agua, tratando de predecir donde terminará el barco en función de las corrientes que lo adopten. Si las corrientes son buenas, la persona reactiva se sentirá feliz. Si las corrientes por el contrario, son pobres, dicha persona sentirá estrés.

En ocasiones esta persona intentará definir un destino, y si las corrientes de agua son adecuadas, el barco logrará llegar. Sin embargo, si esto no ocurre, la persona se rendirá y decidirá encallar en un lugar mucho más cercano o fácil.

Si una persona proactiva fuera capitana de un barco, por otro lado, el barco iría donde el capitán quiere que vaya. Este capitán notaría las corrientes, pero las usaría someramente con propósitos navegacionales. En ocasiones el barco flotará con las corrientes, en ocasiones irá en contra. Importará muy poco realmente si las corrientes son buenas o no; este capitán llegará a su destino sin importar las condiciones que se le presenten en todo momento. Las corrientes podrán, cuando mucho, controlar el tiempo de llegada y el camino exacto a seguir para lograr arribar a su destino, pero no tendrán poder alguno sobre cual es el destino al que se llegará, debido a que esto será única y exclusivamente una decisión del capitán.

Usualmente las personas reactivas buscan la seguridad. Quieren un trabajo “estable” en un mercado “seguro” una “buena empresa”, y se ven a ellos mismos a merced de las condiciones del mercado. Si inician su propio negocio, es debido a que ven que otros ya lo están haciendo, y quieren unirse. Quieren saber que productos se venden y cómo lo están haciendo los demás y cómo podrían copiar parte de sus estrategias para lograr algo similar. Si fallan, será debido a que la industria no lo está haciendo bien, o porque hay mucha competencia, o sencillamente por cualquier otro factor como la mala suerte.

Por supuesto, todos llevamos dentro una mezcla entre proactividad y reactividad. Ejemplos de ambos extremos son muy inusuales, normalmente eres proactivo en algunas cosas y reactivo en otras, o te encuentras en término medio para ciertas actividades en específico.





Podrías considerarte extremadamente proactivo en tareas como asear tu cuarto, pero muy reactivo en cuanto a mantener tu bandeja de entrada de correos electrónicos impecable. Con lo que dejarías que se acumularan, o en su defecto, actuarías en modo Piloto Automático.

Así que tómate el tiempo de analizar si realmente haces uso de tus Dones Humanos: Autoconocimiento, Consciencia, Imaginación Creativa y Voluntad Independiente, para que en aquellos aspectos en los que te sientas débil puedas mejorar sin duda alguna, y convertirte en el piloto de tu propia vida.

Si no te gusta el camino por el cual te lleva la corriente, entonces toma acción y cambia el curso de tu vida Ahora Mismo!.

No esperes a que llegue tu oportunidad. Créala!

Incluso cuando todos a tu alrededor parecen ser reactivos, tú puedes ser proactivo. Inicialmente esto puede sentirse como nadar en contra de la corriente, pero si las corrientes de tu vida te llevan contrario a los demás, entonces es una excelente idea seguir tus propias direcciones.

A pesar de que seguir la corriente, puede ser considerado como un consejo sabio, el nivel de sabiduría de dicho consejo dependerá directamente en la dirección que se encuentre dicha corriente.

Ir con la corriente por ejemplo, significa terminar los estudios y conseguir un trabajo para luego jubilarse. Sin embargo en los actualmente esto dejó de ser una buena idea hace mucho tiempo.

Si realmente quieres vivir una vida extraordinaria, tendrás que ir en contra de la corriente, y en contra de lo que parece bueno para todos los demás, deberás ser proactivo y tomar las riendas de tu vida si realmente quieres lograr ser feliz en el camino al éxito y ser una perfona realmente efectiva.


FUENTES:

http://www.sebascelis.com/como-ser-proactivo/
http://www.soyentrepreneur.com/como-ser-un-lider-proactivo.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Proactividad


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