Me pregunto a veces por qué esa fiesta tan bella de la Navidad no deja
una paz más permanente en los corazones.
Quizás sea porque no celebramos lo que realmente es la Navidad.
una paz más permanente en los corazones.
Quizás sea porque no celebramos lo que realmente es la Navidad.
- Días de encuentros amistosos y de unión de la familia.
- Días de recuerdos tiernos de la niñez.
- Días de regalos sencillos como expresión de amor y amistad.
- Días de luces y alegría interior.
- Días de paz por la convivencia más íntima.
- Días de cantos gozosos que salen de¡ corazón.
- Días de ángeles y estrellas que traen paz a los hombres de buena voluntad.
- Días que recuerdan un pesebre pobre, para llevar a las casas pobres pan,
- juguetes y amor cálido de hermanos. Con alegría y generosidad y sin propagandas vanidosas.
- Días de Villancicos. Y no sólo la música del último grito.
- Días de perdón y olvido de ofensas
- Días de felicitación cordial y sincera.
- Días de cartas y tarjetas, hilo dorado de amistad que mantiene la comunicación anual con muchos amigos.
- Días de abrazos con buenos, sinceros e íntimos deseos.
- Días de recuerdo sereno, agradecido y tierno de los seres queridos ausentes.
- Eso y mucho más es la Navidad.
CUANDO SE CELEBRA CON ESE ESPIRITU DEJA PAZ Y
SERENIDAD EN EL CORAZON
LO QUE NO ES LA NAVIDAD
- Días de jolgorio desenfrenado.
- Días de gastos imposibles para tus posibilidades.
- Días de prisas en compras excesivas.
- Días de felicitaciones con frases de mero cumplimiento.
- Días de competencia en regalos. A ver quién queda mejor.
- Días de excesivas botellas, excesivos dulces, excesiva mesa, con excesivos mareos y harturas.
- Días de tranquilizar la conciencia con la donación para los pobres de los juguetes que sobran y... lo que sobra.
- Días de esclavitud a la propaganda comercial.
- Días de alborotadas y alocadas orgías y risas falsas con disfraces falsos, a la sombra de un árbol falso, engalanado con regalos falsos, una estrella plateada falsa que anuncia una paz falsa.
- Días de aturdimiento Y desenfreno.
- Días de sentimentalismos tristes, morbosos y derrotistas.
- Días únicos para quererse y saludarse olvidando el resto, del año.
- Estas y otras cosas no es la Navidad.
Por eso para muchos en lugar de dejar alegría, paz y, agradables recuerdos, sólo deja amargura y desolación. Es que eso no es la Navidad.
¡Feliz Navidad!
Lo será para todos aquellos que viven su sentido verdadero.
(“La alegria de ser tu mismo”, Dario Lostado).
